(397 palabras) Nuestro mundo no puede ser llamado perfecto, porque innumerables vicios e injusticias florecen en él. Hasta donde sabemos, siempre ha sido así. Pero, ¿hay alguna manera de cambiar esto? Muchos dicen que la bondad puede salvar a la humanidad, pero siempre ha sido así, como lo que empeora el mundo. Entonces, ella no cambió nada, aunque algunas personas buenas trataron de resistir al mal, y tuvieron éxito. Por lo tanto, si aprende a aumentar la amabilidad en el corazón de cada habitante de la Tierra, entonces puede corregir los errores que ahora arruinan la vida de muchos de nosotros. Considere ejemplos literarios para verificar esto.
En la novela de F. M. Dostoievski, "Crimen y castigo", Sonia Marmeladova mostró con su ejemplo que una persona amable puede marcar una gran diferencia en un mundo injusto y cruel. Esta niña se sacrificó para salvar a su familia del hambre. Ella comenzó a vender su cuerpo, pero a un precio tan terrible que "compró" la vida de su padre, su madrastra y sus hijos. Al enterarse de esta historia, Raskolnikov se sorprendió por la fuerza del personaje del extraño. Cuando el joven la conoció personalmente, se dio cuenta de que era Sonya quien podía entender su tormento mental. Rodion no se equivocó: la heroína fue capaz de curar su alma por el poder de su amabilidad. Ella lo persuadió para que se rindiera a la policía y aceptara el castigo con el fin de redimir su culpa con sufrimiento. Obviamente, una chica amable pudo salvar a muchas personas y darles la esperanza de un futuro feliz. Por lo tanto, la bondad aún puede vencer al mal, pero carece de multiplicidad.
En la novela "La Guardia Blanca" de M. A. Bulgakov, el coronel Nai-Turs desestimó un destacamento de cadetes porque se dio cuenta de que su fuerza juvenil no podía compararse con el poder superior de un adversario adulto y malvado. Petliura capturó la ciudad, la tomó por asalto, sin escatimar a nadie en su camino. Sus tropas consistían en bandidos bien armados. La multitud de graduados de escuelas militares de ayer fue amenazada con represalias brutales. Luego, el ejército asumió la responsabilidad del futuro de estos jóvenes y ordenó arrancar todas las insignias, huir del campo de matanza y esconderse en sus hogares. Esta buena acción salvó la vida de docenas de niños, muchos lograron escapar. El coronel mismo fue asesinado, y uno de los junkers rescatados, Nikolai Turbin, corrió hacia su familia con noticias trágicas. Apoyó a las desafortunadas mujeres, recordando el mérito de su pariente. Entonces, incluso en tiempos de guerra, la amabilidad puede restaurar la paz, pero carece de seguidores.
Por lo tanto, la amabilidad puede cambiar el mundo para mejor, pero para cambios significativos y generalizados se necesita mucha gente buena, compasiva y misericordiosa, y no dos o tres personas, como en los ejemplos literarios anteriores. Solo la adopción masiva de normas morales, éticas y morales ayudará a la humanidad a vencer el mal en todas sus manifestaciones.