(316 palabras) El tema de la "pequeña" gente ocupa uno de los lugares centrales en la literatura rusa. Muchos grandes escritores a menudo convirtieron a los héroes de sus obras en ciudadanos insignificantes e insignificantes, indefensos frente a la máquina de estado sin alma. Tema iniciado por A.S. Pushkin, recogido y A.P. Chéjov, dándonos una visión radicalmente nueva del problema en cuestión en la historia "La muerte de un funcionario"
La historia comienza con un incidente en el teatro, cuando el ejecutivo Ivan Dmitrievich Chervyakov estornuda al general Brizzhalov sentado frente a él. El personaje principal está realmente horrorizado, su conciencia comienza a roer por insultar a una persona superior, mientras que el general no atribuyó absolutamente ningún significado a este episodio. Es a partir de este momento que comienza la lucha tradicional del hombre "pequeño" con el "grande", que convirtió a Chéjov al revés. Una vida gastada en el miedo y la reverencia dejó una marca indeleble en la mente de Chervyakov. No puede darse cuenta de toda la insignificancia y mezquindad de lo que sucedió, ya que trata con la figura sagrada e intocable, para él, del general. Con toda sinceridad, después de haberse disculpado incluso en el teatro, Chervyakov sigue creyendo que esto no es suficiente y que Brizzhalov lo insultó. Después de consultar con su esposa, el albacea comienza el asedio del general adoptivo, recurriendo a él una y otra vez, disculpándose una y otra vez, pero esto solo lo molesta. Al final, enojado hasta el límite, Brizzhalov le grita a Ivan Dmitrievich, y él, al regresar a casa, muere. Por lo general, una persona "pequeña" actúa como víctima de un miembro superior de la sociedad, pero no de Chéjov. El escritor crea una imagen absurda cuando exactamente el venerable general se convierte en víctima de la naturaleza servil de Chervyakov. Incluso la muerte del protagonista se presenta como fantasmagórica y ridícula. Mientras que en otras obras similares, los héroes perdieron algo importante para sí mismos o sufrieron injusticias por culpa de sus superiores, Chezhov no causó ningún daño al personaje principal, solo gritó por él, pero para el ejecutor, incluso una pequeña frivolidad es como la ira de Dios mismo.
Chéjov, en su forma habitual, miró al "pequeño" hombre de una nueva manera. En primer lugar, pidió a las personas que trabajen en sí mismas, que eduquen en sí mismas a una persona orgullosa con un sentido de dignidad, y no al servil Chervyakov.