A veces una persona está dispuesta a dar demasiado para lograr sus objetivos. ¿Pero siempre trae alegría? ¿Podría ser que se logre el objetivo, pero en lugar de un sentimiento de victoria, decepción? Sí, porque nuestras tareas a menudo son pautas falsas, pero solo nos damos cuenta de esto cuando hemos logrado nuestro objetivo.
Un vívido ejemplo de un falso objetivo que decepcionó a una persona es la historia del Príncipe Andrei de la novela épica de Leo Tolstoi "Guerra y paz". Se esforzó por la fama y las hazañas, quería ser como Napoleón, quería ganarse su respeto, incluso si es un enemigo de Rusia. Durante su primera batalla, el heroísmo excesivo de Andrei lo distinguió de la multitud, atrayendo la atención general hacia él. Sin embargo, este mismo evento casi se convirtió en la causa de su muerte. La naturaleza cómica de la situación radica en el hecho de que Napoleón, al ver el cuerpo de Andrei, dijo que era una muerte digna, llamó la atención sobre él, lo distinguió de los demás. Pero Andrei ya no necesitaba todo esto: ni la fama, ni los actos valientes, ni los elogios de Napoleón. Cuando se logró el objetivo, solo quería paz, se dio cuenta de que la fama no valía nada.
Otro ejemplo que ilustra claramente la frustración de lograr su objetivo es la historia de Rodion Raskolnikov de la novela Crimen y castigo de F. Dostoievski. Al matar a una vieja mujer centrada en el por ciento, recibió medios de subsistencia y, por su acto, se clasificó a sí mismo como una "persona destacada que tiene un derecho", según su teoría. Sin embargo, esto no le trajo ni felicidad ni satisfacción, solo miedo y decepción. Intentó deshacerse de lo robado, pero se sintió asqueado de sí mismo.
Pero, ¿por qué sucede que la realización de los propios objetivos no causa alegría y orgullo, sino decepción? Esto se debe a que, como se puede ver en el ejemplo del Príncipe Andrei y Rodion Raskolnikov, los objetivos no siempre corresponden a los verdaderos deseos del alma humana, y lo que una persona necesita, como le parece, es completamente contrario a los sueños y aspiraciones reales de su naturaleza.